Descubre cómo los estafadores están usando Verifactu para engañar a empresas en España, qué riesgos existen y cómo proteger tu negocio con medidas preventivas claras.

En los últimos meses, muchas empresas en España están recibiendo correos, mensajes y llamadas relacionadas con Verifactu. A simple vista parecen oficiales, incluso urgentes. Pero no lo son.
Detrás hay estafadores aprovechándose de la confusión que existe alrededor de esta nueva obligación fiscal.
Por qué Verifactu se ha convertido en un gancho perfecto para las estafas
Verifactu es un sistema de facturación electrónica desarrollado por la Agencia Tributaria para garantizar la trazabilidad y autenticidad de las facturas emitidas. Toda la información oficial, incluyendo preguntas frecuentes y requisitos técnicos, está disponible en la sede electrónica de la AEAT sobre Verifactu.
El problema es que su implantación no está siendo sencilla. Hay prórrogas, distintos plazos según el tipo de empresa y muchas dudas sobre qué software usar y cuándo adaptarse.
Ese escenario genera incertidumbre, y la incertidumbre es el mejor aliado de los estafadores.
Muchos negocios no tienen claro si ya deberían estar adaptados, si les van a sancionar o si tienen que pagar algo extra. Los ciberdelincuentes lo saben y actúan justo ahí.
Cómo son las estafas más habituales relacionadas con Verifactu
Las estafas no son sofisticadas técnicamente, pero sí muy efectivas psicológicamente. Estas son las más comunes que están viendo las empresas en España.
Correos que aparentan ser de la Agencia Tributaria o de un proveedor de software informan de una supuesta “obligación inmediata” relacionada con Verifactu. El mensaje suele incluir urgencia y amenaza de sanción.
Otros mensajes piden un pago para “activar Verifactu” o “validar el sistema”, algo que no existe como trámite directo de pago.
En algunos casos se adjuntan archivos o enlaces que, al abrirlos, instalan malware o permiten el acceso remoto al equipo de la empresa.
También se están viendo llamadas telefónicas donde alguien se hace pasar por un proveedor tecnológico y solicita acceso al ordenador “para ayudar con la adaptación”.
Qué pueden conseguir los estafadores si caes en la trampa
El daño no se limita a perder algo de dinero. En muchos casos, lo económico es solo el principio.
Un acceso no autorizado puede permitir el robo de datos de clientes, proveedores o empleados.
También pueden usar el equipo comprometido para enviar más fraudes desde tu empresa, dañando tu reputación.
En el peor de los casos, el ataque deriva en ransomware, bloqueando sistemas clave y paralizando la actividad durante días.
Para una pyme, esto puede suponer un impacto muy serio, tanto económico como operativo.
Por qué ahora hay más riesgo del que parece
Aunque Verifactu tenga prórrogas hasta 2026 y 2027, muchas empresas no saben si eso les afecta o no.
Esa falta de información clara hace que cualquier mensaje “oficial” parezca creíble.
Además, los estafadores están usando datos reales de empresas, lo que hace que los mensajes estén personalizados. Nombre del negocio, sector, incluso herramientas que utilizas.
Eso aumenta muchísimo la probabilidad de que alguien dentro de la empresa baje la guardia.
Señales claras para detectar una estafa relacionada con Verifactu
Hay patrones que se repiten y que conviene tener claros dentro de la empresa.
Nadie te va a pedir pagos urgentes por correo o WhatsApp para cumplir Verifactu.
Ninguna administración va a solicitar acceso remoto a tu ordenador.
Los mensajes con presión extrema o amenazas inmediatas suelen ser falsos.
Los enlaces acortados o dominios raros son una señal de alerta clara.
Si algo no te cuadra, detente. Verificar siempre es mejor que reaccionar rápido.
Qué hacer si tu empresa recibe un mensaje sospechoso
Lo primero es no interactuar con el mensaje. No abras enlaces ni archivos.
Después, verifica por canales oficiales. Contacta directamente con tu proveedor habitual o revisa la información en fuentes oficiales.
Informa a tu equipo. Una sola persona despistada es suficiente para que el ataque funcione.
Medidas preventivas que realmente funcionan en empresas
La prevención no tiene por qué ser complicada ni cara, pero sí constante.
Formar al equipo es clave. Todos deberían saber identificar correos sospechosos.
Usar solo software oficial y actualizado reduce mucho el riesgo.
Tener copias de seguridad evita sustos mayores si algo falla.
Y cada vez más empresas están optando por una capa adicional de protección.
Contar con una póliza de ciberseguro no solo ayuda a cubrir pérdidas económicas. También da acceso a expertos que actúan rápido si ocurre un incidente, algo crítico cuando el tiempo juega en tu contra.
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Verifactu no es el problema, la desinformación sí
Verifactu no es una amenaza en sí. El verdadero problema es la falta de información clara y el aprovechamiento que hacen los delincuentes de esa confusión.
Las empresas no necesitan entrar en pánico, pero sí estar informadas y preparadas.
Revisar lo que llega, verificar antes de actuar y contar con medidas preventivas marca la diferencia entre un susto y un problema serio.